Roge: Diario de guerra de un l337

Dios y la hormiga

Comiendo un brioche de lomo con queso, observando una hilera de hormigas con las que me gusta compartir mis descansos de media tarde, observo que les gustan las migas de bollería mas que el conguito que les dejé el otro dia.

Una hormiga logra agarrar una miga que probablemente le triplique el peso, y con aparente esfuerzo va carretando su miga hacia casa. Aqui es cuando me impacta.

Me doy cuenta de que yo soy Dios y la hormiga soy yo. La hormiga va quejandose, arrastrando el peso de su comida, y pensando que ella es la artífice de su propia supervivencia que no existe ningún Dios bondadoso que la preste su atención. Me doy cuenta de que si que soy un Dios Bondadoso que les he prestado mi atención, que he puesto la miga en su camino, pero que estamos en escalas tan distintas que ella nunca podrá saber de mi existencia y yo si de la suya. Que ella nunca podrá ayudarme a mi y que yo podré facilmente ayudarla a ella. Que con curiosidad y diversión me he entretenido observando cómo se llevaba la comida que yo puse a su casa, y como disfruté viendo que prefiere el pan al lomo o al queso.

Pero la hormiga nunca podrá saber de mi existencia.

Ahora yo soy la hormiga y miro a mi alrededor. Mi momento de lucidez pasa y sigo tirando de mi trozo gigante e inabordable de comida hacia casa.. Fin del descanso.